04 Jun El Camino en solitario
Tiene solo 33 años, pero sus ojos han visto muchas cosas. Nació en Venezuela, se trasladó a California, se graduó en ingeniería, se alistó, estuvo en Afganistán, se marchó a vivir a Madrid, logró acabar un medio ironman y solo unos días después un accidente de bicicleta le dañó una vértebra y tuvo que estar dos meses en la cama… Pero no quiere hablar del pasado porque lo que importa ahora es el futuro. Un día hizo un fundido en negro en su vida, se colocó una mochila y se fue a Francia para hacer el Camino de Santiago. Llegó a la catedral compostelana la semana pasada tras un montón de jornadas . Cuántas fueron. Muchas. El número concreto no lo quiere desvelar «para no preocupar a mi madre». En el momento de la charla todavía no había llegado a Fisterra para «quemar algunas cosas que debo quemar» porque el Camino fue su terapia. Un punto y aparte. No es el único que ha hecho la ruta por esa razón.
Fuente: La Voz de Galicia
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